domingo, 29 de enero de 2012

MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE MELÓN


Hoy visitamos uno de los mas bonitos y espectaculares monasterios que podemos encontrar en Galicia.
Hablamos del Monasterio de Santa María de Melón.



El pequeño municipio de Melón se haya en plena carretera Nacional N-120, que une las ciudades de Vigo y Ourense.
Está situado en la parte baja de la Localidad, un tanto apartado de la zona principal en la que se hayan la mayor parte de las viviendas.
El entorno es sumamente bonito, destacando el escenario natural de las riberas del Miño, caracterizada por las terrazas y los valles profundos y encajados, que están consideradas como espacio natural protegido.

En el aspecto monumental, el monasterio cisterciense de Santa María de Melón, es el monumento más representativo de aquella zona, además de haber jugado un papel fundamental en la historia del municipio.
Fundado en 1.142, conserva algunas dependencias del claustro y accesos a diversas zonas en las que podemos ver diferentes salas que antiguamente hacían servicio como despensas, almacenes, celdas y demás estancias para el uso de los religiosos que allí moraron.



La iglesia de cabecera románica, posee planta de crucero, en el que se abren dos capillas absidiales y una girola.
Ha sido declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.

Hay que destacar también, el impresionante y precioso cementerio que se encuentra a los pies de la Iglesia, en el que podemos encontrar aparte de antiguas tumbas y nichos cargados de historia, algunos elementos como esculturas funerarias, cruceiros centenarios y algunas salas mortuorias que realmente impresionan.



En una de estas salas, aún se conserva una vieja mesa mortuoria en la que se depositaban tanto ataúdes como cadáveres para hacer los últimos preparativos antes de comenzar con la inhumación. Es ésta una sala realmente especial y cargada de sensaciones a cual mas inquietante.



Aparte de este grandioso monasterio, también podemos encontrar en el municipio de Melón algunos elementos muy interesantes para poder complementar la visita.
Concretamente destacar, las llamadas "Pozas de Melón". El río Cerves forma en estas tierras del municipio sucesivas cascadas, que con el tiempo, han acabado por formar estas pozas o mergulleiras excavadas. También son sumamente interesantes los numerosos hórreos que se extienden por toda aquella zona, los viejos molinos de harina en Ponte da Cachoeira, en el curso del río Outeiro, y por último ,en Quins existe un curioso Via Crucix de piedra con elementos a modo de cruceiros.



Tal como ya he comentado, el Monasterio fue fundado en el año 1.142 por los monjes del cister procedentes de Clairvaux (Claraval, Francia) comandados por el Abad Giraldo.
En un principio, estos monjes rechazaron vivir de rentas y basaron su economía en la explotación de sus tierras, para lo que los religiosos buscarán la ayuda de una serie de religiosos llamados "conversos", que permitían explotar una gran cantidad de tierras alejadas geográficamente.
A finales del S. XII y comienzos del S.XIII los monjes empiezan a convertirse en "Señores" y la explotación indirecta va ganando protagonismo.
Su patrimonio fue aumentando paulatinamente por la compra de terrenos, por donativos o por la cesión de algunos nobles a fin de conservar su status. Otras veces forzaban a los aforados a otros menesteres tales como rentas en pulpo, transporte de sardinas, o la Renta exclusiva de Melón que consistía en la obligación de cruzar el abad y acompañantes de una orilla a la otra de la Ria de Vigo en San Pedro Domaio.



Hasta el siglo XIV las granjas y celeros fueron los centros administrativos de las propiedades monásticas.
A partir del siglo XIV se endurecen las rentas y los reconocimientos de señoríos, así como la obligación de alimentar a los representantes del monasterio en sus desplazamientos.
También se exigía la consideración de vasallaje y obediencia cuando los señores visitaran la comarca y el pago de la "Loytosa" o derecho de transmisión (para poder heredar los bienes de los antepasados). También existía una penalización de 200 maravedíes a quienes incumplieran los contratos. Estas medidas pretendían evitar el abandono del campo hacia los núcleos urbanos.
En el siglo S.XV entre sus posesiones destacan las situadas en los valles, en los que es de capital importancia el cultivo de la vid. Entre los productos obtenidos destacan el pescado en las riberas del mar y en los pies de la cuenca del Miño, el ganado en las tierras altas de montaña, y los cereales y vino en los valles de Louro, Tea, y Avia.

La principal causa de la ruina del monasterio hay que buscarla en la desamortización eclesiástica del siglo XIX, con el fin de la presencia de los monjes, provocando así la ruina de sus claustros e iglesia.
Después de la enclaustración gran parte de la piedra fue vendida, al precio de 1 peseta por carro cargado, para la construcción del templo de A Cañiza.
Fueron pasando los años en los que poco a poco el Monasterio se iba deteriorando, hasta que ya en el año 1.999, fue adquirido por la Diputación provincial a un particular para posteriormente cederlo al Ayuntamiento de Melón, quien ha comenzado una completa restauración que se está llevando a cabo en estos primeros meses del año 2.012.



Ya se han hecho algunas plataformas y accesos nuevos a las zonas superiores .
Hay quien dice que ya se están cerrando los acuerdos oportunos para construir allí un gran hotel balneario, aunque quizás finalmente sea rehabilitado para el simple disfrute y recuerdo de los visitantes.
De una forma u otra seguirá siendo uno de los enclaves más bellos de la geografía gallega.

Son numerosos los testimonios de personas que en lugares muy próximos al monasterio han sido testigos de la aparición de la conocida Santa Compaña.
Aunque está ubicado en un pequeño municipio, éste se sitúa en plena zona boscosa de la provincia de Orense, por lo que los paisajes que desde allí se divisan, nos evocan a este tipo de historias en las que entre musgosas rocas y arbustos, la gran procesión de difuntos se hace presente cuando menos te lo esperas.
Ha habido personas que en este monasterio han sentido algunas sensaciones extrañas, como la de sentir algún tipo de presencia en según que estancias.



También en algunas salas oscuras y apartadas se ha dado la sensación de en un momento dado sentirse observado, de tener de repente un frío inexplicable y otras sensaciones que nos hacen pensar que tantos siglos de historia y leyendas, de algún modo han quedado impregnadas entre sus gruesos y robustos muros.
Por esta razón, me animé a realizar algunas pruebas de grabación de audio en busca de alguna respuesta parafónica, cosa que se produjo en algunas de las salas superiores del monasterio y en la pequeña sala mortuoria de la que os he hablado al comienzo de este reportaje.

En este documento que os dejo, podéis escuchar lo captado en estos lugares.


Os dejo a continuación tres documentos visuales para que os podáis hacer una idea de cómo es este precioso Monasterio.

VIDEO 1. PASEO GENERAL


VIDEO 2. CEMENTERIO


VIDEO 3. INTERIOR Y ENTORNO


Ya por último, y como es costumbre, me queda recomendar la visita a todo aquel que se pueda acercar por esta zona. Podréis deleitaros con la visita al Monasterio y aparte poder visitar todas las maravillas que tanto la naturaleza como la arquitectura e historia de la zona os ofrece en este municipio.

Sin más me despido de todos agradeciendo de nuevo vuestro interés y atención.

Edición, foto y video por Karkallón

lunes, 23 de enero de 2012

SANTUARIO Y CUEVA DE LA VIRGEN DE PASTORIZA


Muy cerca de la ciudad de La Coruña, existe una pequeña localidad en la que se encuentra un precioso y majestuoso Santuario.
Cerquita de él, otro enclave que va asociado a este santuario y que guarda una bonita y milagrosa leyenda.
Hablamos del Santuario y de la pequeña cueva de la Virgen de Pastoriza, en la localidad del mismo nombre.



Muy grande es la devoción de los coruñeses por la Pastoriza, escribía la condesa de Pardo Bazán hace cien años, a lo que añadía; la gente artesana le profesa un cariño especial.
Es la Montserrat gallega, que preside a cinco kilómetros de A Coruña, la antigua ermita de Rechiario, el rey galiciano y primer monarca católico del mundo.
Los romeros aún acuden a ella durante todo el año, pero muy especialmente el día del Arcángel San Gabriel.
Según Pardo Bazán, en su librito "La leyenda de la Pastoriza" publicado en 1887, la ermita tenía una antigüedad de quince siglos, pues databa de la época de los suevos, cuyo rey, el citado Rechiario, había sido convertido por el obispo de Braga al catolicismo.



La ermita sufrió numerosas agresiones, como la del año 968, cuando la incendió el normando Gunderedo, o la de 997, a manos de los sarracenos de Almanzor. La imagen, no obstante sobrevivió, pues unos cristianos la escondieron en un nicho abierto en una roca, que no es otra que la famosa «cuna de la Virgen»
Esta cueva está situada a unos 200 metros del Santuario. Está comunicada con el templo por un pasadizo escalonado que une la base de la cueva con la parte posterior del Santuario.

Dicha cueva no es mas que una pequeña oquedad en una enorme masa rocosa, presisida por una hermosa escultura en piedra de la Virgen de Pastoriza, la cual es muy venerada por muchos coruñeses.
Dicha Virgen está esculpida en granito y fue costeada por Álvaro de Torres Taboada. Fue encargada en 1887 a un cantero llamado José Couto, que era natural de Ponteareas y había residido en Portugal y en Vigo.



Escribirá al respecto Pardo Bazán: «Sólo un hombre del pueblo, sin educación artística, sin nociones del dibujo que se enseña en las academias, sin lecturas, sin rastros de clasicismo en su sangre, sin conocimiento de modelos y doctrinas, podría esculpir una Nuestra Señora que parezca despojo de la Edad Media, recuerdo de pasadas edades y que con sus lineamentos ásperos y sencillos hable el lenguaje de la fe».

Recuerda Pardo Bazán el milagro que según la leyenda, se produjo en 1589, cuando se produjo la invasión inglesa de Drake.
Unos soldados sacaron de la iglesia a la virgen y la arrojaron cerca de la fuente, partiéndola en dos. Pero la imagen volvió a unirse, lo que motivó el pasmo y la huida de los soldados.
De la virgen primitiva sólo quedó algún trozo de madera en el armazón del cuerpo.

Como comentaba; a unos 200 metros mas abajo de esta cueva de la Virgen, encontramos el majestuoso Santuario.

El santuario de Pastoriza es una construcción de estilo barroco, del último tercio del siglo XVII, que se levantó después de derribar un primitivo templo del XIII (del que se conserva un tímpano detrás del altar) porque según los documentos de aquella época era muy pequeño y corto y el santuario de gran devoción.
Destacan en la fachada las imágenes de San Pedro, San Pablo y una representación de la Asunción sobre el dintel de la puerta, obras de Blas Pereira.



Más alta está la imagen de Santa Bárbara, entre las de San José y el Bautista.
La espadaña fue añadida a finales del siglo XIX.

La imagen de la Virxen de Pastoriza se halla en el centro del retablo lujosamente vestida. También se conservan en el interior de un pequeño museo gran cantidad de exvotos, alhajas, vestidos para la imagen de la Virxen y una lápida del siglo IX.
Dos interesantes cruceiros se alzan junto al templo. Uno delante de la fachada, obra de Blas Pereira, de la escuela santiaguesa, y otro detrás del ábside, de Domingo Pérez de Noicela.

Entre los benefactores del santuario está el capitán Juan del Río, que lo reedificó a finales del siglo XVII, a lo que se añadirán las mejoras efectuadas por el párroco de Pastoriza Víctor Cartiella.
El origen del santuario y de la devoción a la Virxen de Pastoriza está envuelto en infinidad de leyendas y antiguas tradiciones. Las más remotas se refieren a la conversión del rey suevo Reckiario en el año 448, que mandaría edificar un pequeño templo. Este templo fue destruido por los normandos en el siglo X, pero la imagen de la Virxen se salvó escondida debajo de unas piedras.



Encontrada por una niña que apacentaba el ganado en una pastoriza por el monte de la Cruz, se renovó el culto con gran devoción hasta nuestros días.
Estas y otras tradiciones están recogidas en el ya mencionado librito, «La Leyenda de Pastoriza», escrito por Emilia Pardo Bazán y publicado en A Coruña en 1887.

Por la cercanía a la ciudad de Coruña(Unos 5 Km) os recomiendo si os pasáis por la capital Herculina a acercaros a este conjunto histórico y arquitectónico, el cual os gustará tanto por la historia y leyendas que guarda como por la belleza tanto del Santuario principal como del conjunto petreo en el que se encuentra la pequeña cueva de la Virgen.

Continuamente los fieles y devotos de la Virgen de Pastoriza, dejan velas, cirios y exvotos en dicha cueva pidiendo intercesión para la cura de sus diversas dolencias. Se dice que quien lo hace con Fé, vera recompesadas sus súplicas.

Sin más me despido agradeciendo de nuevo vuestra atención

Edición y fotografía por Karkallón.