viernes, 14 de mayo de 2010

MONDOÑEDO.1ªEtapa. Santuario de los Remedios


Tras una reciente visita a Mondoñedo , localidad situada en la comarca de la Mariña central, de la cual es capital, he podido visitar y a la vez conocer algunos lugares realmente maravillosos.
Su edificación mas espectacular es su preciosa catedral, de la que os hablaré mas adelante, ya que primero quiero mostraros algún que otro enclave cargado de magia, belleza e historia.
Antes de comenzar con el detalle de mi primera etapa, sirvan estos datos para ubicar Mondoñedo.
A pesar de ser el núcleo cabecera de la comarca de A Mariña Central, es la tercera localidad en población después de Foz y Burela. El ayuntamiento de Mondoñedo se encuentra en la mitad norte de la provincia de Lugo; hace frontera por el norte con los ayuntamientos de Alfoz y Foz, por el sur, con Pastoriza y Riotorto, por el este, con Lourenzá y por el oeste, con Abadín. La población de Mondoñedo se distribuye a lo largo de las 15 parroquias que forman el ayuntamiento.
La ciudad tiene una población de 4.603 habitantes, una densidad de población de 32,27hab./km², y una superficie de 142,7 km². Mondoñedo tiene sede episcopal compartida con Ferrol, aunque el obispo reside en esta última. Fue capital de una de las siete provincias históricas gallegas hasta 1833.


Vamos a empezar este fascinante paseo por Mondoñedo, haciendo una parada en el Santuario de nuestra señora de Los Remedios. Sito a la entrada de la localidad y al pie de una bonita alameda, destaca por su belleza y porte, su hermosa fachada. Dentro, la riqueza de sus elementos y el encanto de sus detalles te dejan completamente absorto.

Tiempos atrás había habido en Mondoñedo un pequeño santuario erigido por el Obispo Benavides en honor de la Virgen de los Remedios, y para sostén de su culto dejó una casa y tierras contiguas , nombrando patronos a sus sucesores en la Sede.Todo esto sucedió en 1558.
Aquella primitiva ermita era muy sencilla con tan solo dos altares laterales.
Fue un siglo más tarde cuando se precisó rehacerla, ya que amenazaba ruina. La devoción fue creciendo y la Virgen de los Remedios fue aclamada por voto, Patrona de la Ciudad y Diócesis.
El actual santuario, obra del Obispo Sarmiento, se hizo desde 1733 a 1738 y su construcción corrió a cargo de Fray Lorenzo de Santa Teresa. El insigne Obispo de Mondoñedo quiso ser enterrado en el Santuario,en tierra y sin señal alguna, pero la posteridad quiso hacer honor a su memorias y así se construyó en la nave del templo el suntuoso sarcófago, donde reposan sus restos.Un arco con salientes columnas corintias y un fronton circular encuadran el nicho,donde una estatua orante mira hacia el altar mayor. Este sepulcro se hizo en 1759 y en el mismo reza una inscripción latina escrita en elegantes dísticos, que reza: "Hic pius et prudens Sarmientus claditur urna expectans gestis praemia digna suis".
Cuya traducción es:
"Aquí se guarda en una urna el piadoso y prudente Sarmiento, esperando los premios dignos de sus hechos".

No vivía ya el Obispo cuando se construyó la fachada del Santuario obra de Mateo Angel de Ponte, de Compostela, en 1745. Poco a poco las donaciones fueron enriqueciendo el templo y en la ley de desamortización de 1855 se vendió la casa del Capellán y del Sacristán, así como las tierras de la fundación, pese a que la ley exceptuaba expresamente ese tipo de ventas.
En 1938, en plena guerra española se celebró en toda la diócesis el segundo centenario de la inauguración del Santuario y desde aquel momento hacen anualmente una ofrenda por turno a la Virgen, los Ayuntamientos principales del territorio de la antigua provincia.

Aunque de hecho la Virgen de los Remedios ya era Patrona de la Diócesis, fue Pío XII quien extendió el decreto y la proclamación se hizo el 9 de Septiembre de 1949 por el Cardenal Quiroga Palacios.
El domingo 12 de Septiembre de 1954 fue la coronación Canónica de la imagen. Las fiestas se prepararon con inusitado fervor, recorriendo la imagen las principales localidades del Obispado. Pocas veces la ciudad episcopal se vió tan animada como en aquel espléndido día y la alhameda del Santuario resultaba pequeña para contener el inmenso gentío llegado de toda la diócesis. Mondoñedo tuvo uno de los dias más grandes de su historia, porque aún la embestida progresista no había comenzado a atacar las manifestaciones públicas religiosas.

El santuario tiene una forma de cruz latina pero tan poco pronunciada que casi parece griega y todo se cubre con bóveda de cañón, excepto el crucero que tiene una cúpula vaída por los cuatro arcos torales. Esos arcos torales no se juntan en sus extremos,como es corriente, sino que dejan entre si unos espacios y en ellos se abren cuatro ventanales y están colocados cuatro retablos esquinados.
El retablo mayor, cuyo dorado se contrató en 1745 es de una minuciosidad imponente.En su centro tiene el gran templete con la venerada imagen de la Virgen y sobre su cúpula hay una Asunción, rodeada de ángeles. Están también los santos de los lados, todos ellos pertenecientes a las órdenes benedictina o cisterciense.

De los cuatro retablos del crucero, dos son barrocos y dos de estilo rococó. Todos ellos en su cuerpo superior, enmarcan las ventanas.Uno de ellos tiene una bellísima imagen de Santa Escolástica, con su báculo y su cogulla benedictina,otro tiene un San Benito y en uno de los de estilo rococó hay un hermoso lienzo de la Virgen y el Niño, muy del aire de los pintores cortesanos del siglo XVIII.

En las fiestas se adorna el Santuario con unas telas muy ricas,traídas de China a mediados del siglo XVIII. Y en la procesión de Corpus, junto al Santísimo, que sale de la Catedral, se lleva también la imagen de la Patrona de la Ciudad y Diócesis y tiempo atrás, cuentan las gentes, salían también ese día muchos otros santos de las iglesias y capillas.

Sin duda un magnífico comienzo de lo que fue un día absolutamente maravilloso y único.
En breve os contaré mi siguiente etapa.
Un cordial saludo de vuestro amigo Eugenio, alias Karkallón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario